Tierra de Yaqchas

Modesta tiene 33 años. Todos los días sale a trabajar al campo para alimentar a sus tres hijos. Desde hace cinco años forma parte del proyecto turístico de su comunidad de Chumpe, que forma parte de la red La Tierra de Los Yaqchas, en el Valle Sagrado del Cusco. Desde que forma parte del grupo de mujeres que trabajan en turismo, dice que su vida ha cambiado. Dice que ahora es una mujer independiente y puede dar a sus hijos un futuro mejor.

Antes de trabajar en turismo, Modesta dice que no conocía sus derechos. Poder reunirse con otras mujeres y hablarles de sus funciones en la comunidad ha llevado a cada una de ellas a convertirse en líderes, no sólo en sus comunidades, sino también en sus familias. Ahora no sólo se ocupan de las tareas domésticas, sino que se han convertido en empresarias, generando ingresos para sus familias. En algunos casos, incluso emplean a sus maridos en actividades relacionadas con el turismo.

Modesta se siente fuerte. Cree que puede traer el cambio a su comunidad y siente que, con cada acción que emprende, las jóvenes de su comunidad aprenden a amar su cultura indígena y a conocer su propia fuerza. Sabe que está dando ejemplo a sus hijos y que ellos están orgullosos de ella. Su sueño es que se conviertan en profesionales y vuelvan a la comunidad de Chumpe para contribuir a ella sin perder su herencia indígena.

Modesta espera que los turistas que visitan Cusco y Machu Picchu sigan visitándola para poder seguir aportando cambios a la comunidad. Se siente fuerte en su identidad indígena y orgullosa de su cultura a través de sus interacciones con los turistas.

Ahora Tierra de Yaqchas está trabajando para generar programas escolares que enseñen a los jóvenes sobre el turismo. A través de la colaboración, las mujeres están compartiendo con la próxima generación sus valores y conocimientos indígenas de forma que la región del Valle Sagrado pueda desarrollarse respetando su cultura.

La historia de Modesta es sólo una de las muchas relacionadas con este proyecto. Muchas mujeres están haciendo cambios que les dan una mejor calidad de vida y les permiten cumplir sus sueños como mujeres, madres y empresarias.